Con el punto de mira puesto en los complejos mecanismos que determinan la construcción del canon literario, este libro reflexiona sobre el modo en que el discurso de las biografías se utilizó para sancionar imágenes autoriales a lo largo de una diacronía extensa -entre el siglo XVI y el XIX- en modalidades discursivas muy heterogéneas: desde la literatura aurisecular hasta el ensayo, la historiografía, las traducciones y, finalmente, la prensa decimonónica. Con este propósito, se rastrean, explican y definen las estrategias de institucionalización desplegadas por los propios escritores -pero también por sus editores, comentadores y traductores a título póstumo- en vidas como las de Lope, Cervantes, Villamediana, Calderón, Espronceda o Bécquer, entre otros. --